Hace dos meses del último informe emitido en DDLA en donde se comunicaban las últimas novedades acaecidas. Luego de su publicación el 28 de octubre, un silencio de radio cubrió la comunicación durante más de un mes, luego se fueron transmitiendo pequeños datos y una que otra información sesgada que no llegaba a mostrar el cuadro completo. La semana del 15 al 21 de diciembre se fueron reestableciendo las comunicaciones poco a poco, y fueron vueltas a poner en línea en la semana del 22 al 28 de diciembre. Esto se debió a la sincronización final del “Escudo Gea” que ahora recubre la tierra. Este escudo está por fuera del cinturón de Van Allen formando una burbuja que cubre todo el planeta con un espesor aproximado de 2000 Km. Desconozco por ahora su verdadera función y uso, pero indudablemente es de protección o de aislación de Gea.

La agenda del Dragón se sigue cumpliendo con normalidad pese a los frustrados intentos de la cábala de impedir que siga avanzando, o intentar complicar el camino a sus representantes Rusia y China. Ya se dio luz verde para que se ejecuten los últimos acontecimientos a nivel geopolítico para que se establezca el nuevo patrón económico que tirará por tierra el actual sistema sionista, ahora solo sostenido por pequeños bastiones en EUA, Reino Unido e Israel y apoyados por algunos gobiernos esbirros al sistema cabalista.

Si bien los Mundos Superiores no tienen festividades religiosas, pues no existe el concepto y arquetipo de religión ni creencia, solo el de pertenencia, les agrada observar estas festividades, pues es en el único momento en que la humanidad se une con un espíritu común como una sola raza, la raza Geaniana o Kumara como les gusta llamarla. Dicen que ese estado de unidad y hermandad que observan en estos eventos, es el estado natural en que debiera perpetuarse la humanidad del planeta, donde solo existe un inmenso territorio que los alberga y cobija y una Humanidad formada por múltiples razas de Seres y especies existiendo en total armonía. Pese a que esto solo se observa en determinados momentos festivos, la energía que desprende esa unidad, hace ver verdadera y literalmente al planeta de un color azul claro intenso, que ilumina, como un faro en el sistema solar, la oscuridad del cosmos circundante.